Por si acaso el lector ha pasado el último medio año aislado en una cueva de Waziristan, Pakistan, y no sabe de qué estamos hablando vamos a hacer un pequeño repaso a la historia de Stuxnet.
Stuxnet es un gusano informático que afecta a equipos Windows, fue inicialmente descubierto en junio de 2010 por VirusBlokAda, una empresa de seguridad radicada en Bielorrusia. Al principio no se le dio mucha importancia, pero conforme los investigadores de las casas de antivirus fueron estudiando sus características se dieron cuenta que se enfrentaban al malware más sofisticado nunca visto. Stuxnet se propaga usando dispositivos USB y vulnerabilidades de red hasta aquí todo normal, sin embargo para lograr sus propósitos usa hasta cuatro vulnerabilidades tipo 0-day, desconocidas previamente, un malware que use solo una ya de por si es destacable. Además para ocultarse ejecuta un rootkit a nivel de kernel firmado con certificados robados a los fabricantes de hardware JMicron y Realtek, lo que implica que previamente tuvo que realizarse un sofisticado ataque a estas empresas para sustraer dicho material criptográfico.
Lo más sorprendente vino después cuando se comprobó que Stuxnet atacaba software de control industrial Siemens WinCC, e inyecta código malicioso en un PLC , y además en una combinación exacta de dispositivos PLC y configuración que coincide con la que usarían las centrifugadoras empleadas por Iran en el enriquecimiento de uranio. Sobre dichos dispositivos realizaba cambios alterando la frecuencia de funcionamiento con el objetivo de causar daños a las citadas centrifugadoras. Entonces todas las miradas apuntaron a Israel como posible autor de la primera ciber-arma, una diseñada para atacar el programa atómico iraní.
Ahora bien para entender correctamente el cambio que supone stuxnet en cuanto al futuro de operaciones militares tenemos que asimilar las diferencias, ventajas y desventajas frente a operaciones militares que tuvieran el mismo objetivo. Para ello asumiremos la opinión más extendida respecto a stuxnet y a su origen israelí.
Iran actualmente mantiene un programa de energía atómica que afirma tiene fines únicamente civiles pero que dentro de la comunidad internacional es visto con recelo. Llama la atención que un país con abundantes reservas de petróleo necesite contar con energía atómica, y además que se empeñe en obtener una independencia completa fabricando ellos mismos el combustible nuclear.
Para obtener este combustible es necesario separar el Uranio 235 el isotopo fisible, del mucho más abundante Uranio 238, para esta tarea se pueden usar entre otros sistemas el uso del centrifugado Zippe. El hecho de que la única diferencia entre el uranio de uso civil , y el de nivel de armamento sea el grado de enriquecimiento, junto con el secretismo y la obstaculización de las tareas de control de la OIEA es lo que despierta las mayores sospechas.
Israel , un país con armas nucleares, históricamente se ha posicionado en contra de la proliferación de este tipo de armamento entre el resto de países de la región, considerando que amenaza su propia existencia como país. Por ello ha hecho todo lo que ha estado en su mano para impedir este desarrollo.
Así el día 7 de junio de 1981, Israel lanzo la Operación Opera, un ataque aéreo preventivo por sorpresa contra un reactor nuclear en construcción situado a 17 kilómetros al sureste de Bagdad, capital de Irak. Un grupo de F-16 escoltados por F-15 que recorrieron 1.110 km en su viaje de ida consiguieron dañar seriamente Osirak, el reactor de tecnología francesa que estaba próximo a ser completado. Aunque la operación fue un éxito militar, sin sufrir ninguna baja por parte israelí, fue duramente criticado y las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 487 que condenaba enérgicamente el ataque, alegando que era una clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas de conducta internacional, e instó a Israel a abstenerse de tales ataques en el futuro.
El 6 de septiembre de 2007 la Operación Opera tuvo su reedición en forma de la Operación Orchad, de nuevo un ataque aéreo por sorpresa destruía una instalación nuclear, en este caso en el interior de Siria. Una vez más fue un éxito militar absoluto, penetrando y saliendo del espacio aéreo Sirio con total impunidad.
Estas operaciones se unen a otros ataques aéreos de larga distancia realizados por la fuerza aérea israelí, como el bombardeo de la sede de la OLP en Túnez en 1985 (que produjo de nuevo una resolución de condena de la ONU) o los ataques en Sudan en 2009.
A la vista de este historial, y teniendo en cuenta que la fuerza aérea actualmente dispone de modernos medios como los caza-bombarderos F-16I , F-15I y la imprescindible capacidad de re-abastecimiento aéreo Israel está sin duda en capacidad de lanzar un ataque similar contra las instalaciones iraníes de Natanz, Busher, etc. Ahora bien existen varios inconvenientes que podrían afectar a una operación de este tipo.
La ruta de vuelo hasta Iran es mucho más larga que en cualquier operación anterior, y supondría el sobrevuelo de naciones neutrales. Estos sobrevuelos podrían traer importantes tiranteces diplomáticas con dichos países. Si estos países autorizan el paso de los aviones quedarían ante la opinión internacional y especialmente del mundo árabe como aliados de la agresión de Israel. Mientras que si el sobrevuelo no es autorizado supondría quejas se estos países en el mejor de los casos, en el peor sus fuerzas militares podrían interferir la operación o alertar a Iran del ataque inminente.
Irán obviamente ha aprendido de la experiencias de Iraq y Siria, sus instalaciones de enriquecimiento se encuentran bajo tierra, lo que es una dificultad para la operación ya que la fuerza aerea israelí debería usar bombas tipo bunker-buster y lanzarlas con total precisión. Iran además ha intentado adquirir en el mercado de armas internacional sistemas avanzados de misiles antiaéreos o de construir ubicaciones alternativas de enriquecimiento.
Incluso si la operación tuviera éxito militarmente existen escenarios en los que políticamente podría tener un efecto demoledor sobre la opinión pública israelí. Por ejemplo simplemente con que uno de los aviones atacantes fuera derribado o sufriera problemas técnicos y su piloto fuera capturado por los Iraníes, lo usarían como elemento propagandístico, en forma similar a los casos ocurridos en la guerra fría con pilotos derribados. Israel tampoco debería descartar un ataque de represalia, que podría venir de Hezbollah, el grupo libanes aliado de Irán y que cuenta con una abundante cantidad de cohetes y misiles de corto y medio alcance capaces de llegar a Israel.
En resumen, la operación parece por tanto factible militarmente y ofrecería grandes beneficios en términos de retrasar el desarrollo por parte de Irán de armas nucleares. Pero este beneficio puede ser que no valga la pena considerando el riesgo operativo y especialmente el coste politico.
Si atendemos en entonces a las noticias de que Stuxnet habría provocado daños en las centrifugadoras, como los propios iraníes han reconocido, es cuando comprendemos la verdadera dimensión de una ciber-arma. Esta puede utilizarse sin arriesgar a personal propio, utilizarse de una forma limpia y sin daños colaterales importantes, y en definitiva una relación riesgo/beneficio que supera cualquier operación militar clásica. (Entre los pocos que han desarrollado esta dimensión de la ciberguerra esta Ruben Santamarta en su brillante intervención en el 3rd Security Blogger Summit 2011)
Según el estudio de Symantec la creación de Stuxnet habría llevado seis meses para un equipo de unas cinco personas. Estamos hablando por tanto de unos costes bastante contenidos para los medios disponibles por un estado, y muy posiblemente únicamente el gasto de combustible para los aviones en el caso de un ataque ya supera con creces el dispendio realizado en el desarrollo de Stuxnet.
Otra ventaja de una ciber-arma es que puede alcanzar objetivos que son invulnerables por otros medios. Supongamos por ejemplo que Iran contara con instalaciones secretas que fueran replicas de la planta de Natanz y que no hubieran sido detectadas por la inteligencia Israeli, se trata de un escenario improbable pero no imposible. Pues incluso en ese caso Stuxnet con total posibilidad hubiera conseguido llegar a las mismas y afectarlas.
Por último el uso de las ciber-armas no limita el empleo simultáneo de tácticas mas convencionales, es de suponer que Israel no ha puesto todas sus opciones en Stuxnet, como demostrarían los diversos atentados con bomba en los que han muerto destacadas personalidades del programa nuclear Irani.
La conclusión por tanto es que en un futuro posiblemente asistamos al empleo de ciberarmas como alternativa a las operaciones militares clásicas, ya que políticamente y operativamente apenas implican riesgos, mientras que los efectos incluso siendo inferiores a los de una operación militar convencional se pueden lograr a unos costos relativamente reducidos.
Bibliografia recomendada
Osirak Redux? Assessing Israeli Capabilities to Destroy Iranian Nuclear Facilities
Symantec W32.Stuxnet Dossier Febrero 2011
Y especialmente importante en cuanto demuestra que nuestras fuerzas armadas no han pasado por alto la importancia de Stuxnet, tenemos este articulo del Coronel Ingenieros D. Gonzalo Pestaña.
buen artículo!
ResponderEliminarClaro como el agua Miguel.
ResponderEliminarLo que ninguno nos imaginabamos hace un par de años, en una entrevista a un alto mando israeli, cuando se le preguntaba sobre la posibilidad de un ataque convencional y decía que no, que había otros caminos.... era que ese camino fuera Stuxnet.
Mi pregunta es, es Stuxnet solo la punta del Iceberg de las capacidades israelies y/o de otros? Miedo me da la respuesta...
Si creo yo que es la punta del Iceberg y miedo debe de dar, no obstante, hemos de tener en cuenta que al menos en este campo, otros paises (como por ejemplo España) si hace un esfuerzo pueden ponerse al mismo nivel y desarrollar su software y tácticas propias, tanto en defensa como en ataque. En el caso de la ciberguerra no estamos tan lejos, tecnológicamente, como en otros aspectos del desarrollo armamentístico.
ResponderEliminarOtro aspecto a tener en cuenta, que una vez que dejas un arma como esta en la red del enemigo, le estás dando al mismo bastante información sobre la misma y le facilitas enormemente la capacidad de crear una propia, como por ejemplo, los 0 days que usaba Stuxnet para su distribución, es posible que en muchos casos no te interese.